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Un alto cargo socialista de la empresa municipal de limpieza de Palma, a un barrendero: «Salís muy caros»

Limpieza
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Indalecio Ribelles
  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Un alto cargo socialista de la empresa municipal de limpieza de Palma (Emaya) le dijo a un barrendero: «Salís muy caros», ante el estupor de los representantes sindicales presentes en la reunión celebrada para negociar las bases de los procesos de estabilización de la plantilla de 1.400 trabajadores, que deberán regularizar su situación antes de finales de 2024.

En concreto, ha sido el máximo responsable de los servicios jurídicos de la empresa -con un sueldo de 93.000 euros anuales- el que así lo manifestó la mañana de este martes durante la reunión de la mesa negociadora para la estabilización del personal de la empresa que no es fijo, en torno a 500 trabajadores.

Este alto cargo aseguró que en el Ayuntamiento de Palma, donde gobierna una coalición de socialistas, independentistas de Més y Podemos con el alcalde José Hila al frente, opinan que «los trabajadores de Emaya son muy caros por lo que hay que reducir plantilla», tal y como denunciaron posteriormente en redes sociales algunos de los presentes, provocando la indignación de la plantilla de trabajadores de base.

«Esto lo dice alguien con un sueldo y equipo de directores blindados a través del convenio colectivo. Haciendo cuentas, su salario anual equivale a la contratación de cuatro trabajadores, cuya función y tarea es mantener limpia e impoluta la ciudad de Palma la más sucia de España», apuntaba uno de los trabajadores.

«El día 15 de octubre acaban 158 trabajadores y con un absentismo laboral de 120 trabajadores, advertía otro, poniendo el acento en la reducción inminente de personal y su repercusión negativa en el criticado mal estado de salubridad de las calles de Palma.

Ante esta situación, los sindicatos USTE y USO se han negado a aprobar las bases de los procesos de estabilización porque «queremos que sean sometidas a una asamblea de trabajadores y tener el mismo blindaje que los directores para estabilizarse como fijos de plantilla», señalaban.

Y recordaban a los cinco altos cargos socialistas que se han blindado de por vida en la compañía. Unos directivos a los que Emaya les tendrá que pagar cuantiosas indemnizaciones en caso de que haya un relevo en la dirección política de esta empresa municipal tras las elecciones municipales del próximo mes de mayo y quiera prescindir de sus servicios.

«Esperamos que el resto de sindicatos», apuntaba la central citando a Sitemaya, CCOO, UGT y CSIF (que llevan las riendas de un comité de empresa afín a la dirección), «nos apoyen dejando de ser garantía sindical del caradurismo de estos millonarios que viven muy bien a costa de todos nosotros», lamentaban desde el sindicato más votado en esta compañía municipal.

También el sindicato USO defiende que el acuerdo para el proceso de estabilización pase por una asamblea de trabajadores para que pueda ser votado y no sea aprobado en un despacho por el comité sindical afín a la dirección socialista de la empresa y su presidente, el concejal de esta formación Ramon Perpinyà.

Una forma de proceder bastante habitual en estos tres años de la presente legislatura donde incluso la dirección de Emaya y estos sindicatos afines han sido condenados por acoso sindical contra estas dos centrales discrepantes antes citadas.

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